La oscuridad no abraza a los traidores. {Lorna}

Dietrich contempló toda la escena desde su puesto, ligeramente apartada del Líder. No sentía ni la más mínima compasión por ese cuerpo descoyuntado que yacía a los pies de su superior. De hecho, él conocía las normas, y si ha traicionado en algún modo la confianza de Wells, merecía lo que fuera que él le deparara. Así veía ella las cosas. Sabía que ella no le fallaría. No por ningún sentimiento de supervivencia, sino por el mero hecho de que Wells tenía mucho que ofrecerle: Conocimiento y experiencia.
Se colocó bien la capucha. La humedad del ambiente se hacía algo pesada, y su respiración era pausada y profunda. Sin moverse de su sitio, sin ningún movimiento de ninguna clase y sin expresión alguna en su rostro. No parecería que se hubiera movido si no se hubiera oído su voz.
-¿Quiere que me deshaga del cuerpo, mi Señor? -preguntó por si acaso. No sabía ni por qué motivo estaba con él esa noche, la curiosidad le recomía vagamente, pero prefería no preguntar. Al menos no de momento.

Soltó un pequeño suspiro, saboreando la noche, la oscuridad que lo cubría todo, escuchando los pequeños ruidos del bosque.
-Sólo he venido para daros a conocer personalmente que cumplí la última misión que me encomendó, Señor. -dijo con humildad. Notó que él la trataba por su nombre... Ah, el aroma de la confianza. Es curioso en quién elige confiar la gente.
Se decidió a decirlo.
-Señor, también me gustaría pedir que la próxima misión que me encomendéis sea algo más interesante. -no lo dijo, pero eliminar a traidores no le parecía el colmo de la diversión. -Usted ya sabe que acudí a usted para mejorar, pero tengo la sensación de que mis dotes están estancadas, y tal vez con un aliciente... -no sabía cómo continuar, así que esperó la respuesta de su amo.

Lorna consideró lo que el jefe había entendido de lo que ella quería. La verdad es que ni ella sabía qué quería exactamente, pero un ascenso... Sonaba tentador si así mejoraba la calidad de sus misiones. Andó detrás de él, siguiéndole el ritmo, con las manos en los bolsillos de la chaqueta.
-Tal vez. -lo pensó un poco. -¿Qué ventajas tendría para mí un ascenso y qué debería hacer para conseguirlo? -clavó sus ojos oscuros en los de él.
Sabía que debería hacer algo para subir en la escalera de mandos, y antes que nada debía estar segura de que no sería demasiado duro, aunque ella confiaba en sí misma. Era alguien capaz, una superviviente. Y sabía que era mejor no pedir demasiado a Wells, pues era peligroso, aunque por algún extraño motivo ella le hubiera caído en gracia.